Enfermedades transmitidas por pulgas y garrapatas

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GARRAPATAS

Son, por detrás de los mosquitos, el segundo vector más eficaz en la transmisión de patógenos causantes de enfermedades que afectan tanto a perros y gatos como a personas. Además, producen otros efectos derivados de la ingesta de sangre, como alteraciones cutáneas, anemia y debilidad, ya que permaneces adheridas al hospedador durante semanas.

Aunque en épocas calurosas es cuando más garrapatas vemos, debemos aclarar que están activas a partir de los 6°C y, por tanto, en invierno también podemos encontrarnos con alguna. Además se están adaptando a vivir en el interior de las construcciones, favoreciendo su presencia en temporadas frías. Por otro lado, en lugares donde existe ganado también hay más probabilidad de infestaciones, ya que las garrapatas se hospedan en estos animales durante todo el año.

Existen 2 grandes familias de garrapatas: Las blandas (argásidos) y las duras (ixódidos).

Los argásidos no presentan interés clínico en perros y gatos en España; sin embargo, los ixódidos sí presentan una competencia vectorial muy eficiente. Los ixódidos más frecuentes son:

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Una garrapata puede albergar más de un patógeno, lo que, unido a la posible parasitación por más de una garrapata e, incluso, por más de una especie de garrapatas, hace que se puedan encontrar cuadros clínicos mixtos en perros y gatos.

Como hemos mencionado antes, pueden afectar a perros y gatos, pero en gatos es menos frecuente. Algunas de las siguientes enfermedades son zoonóticas, lo que quiere decir que se pueden contagiar a personas.

 

¿Qué enfermedades transmiten?

 

  • Ehrlichiosis

El agente causal es Ehrlichia canis, bacteria intracelular obligada que infecta los glóbulos blancos (células del sistema inmunitario), plaquetas y las células que forman la pared de los vasos sanguíneos. El principal vector es Rhipicephalus sanguineus. Los hospedadores son el perro y el gato y no es contagioso a humanos. Los síntomas varían según la fase en la que se encuentre la enfermedad:

– Fase subclínica o de incubación: No aparece sintomatología, el perro parece normal. La bacteria se localiza en el bazo. Durante esta fase el perro puede superar la enfermedad o pasar a la fase crónica.

– Fase aguda: El perro se muestra apático y con poco apetito. Se inflaman los ganglios linfáticos y puede haber fiebre.

– Fase crónica: La bacteria se dispersa por el organismo y puede llegar a hígado, bazo, ganglios linfáticos, pulmón, riñones o incluso meninges (envolturas del cerebro). Normalmente aparecen síntomas generales como fiebre, pérdida de peso, apatía y falta de apetito. También se observan hemorragias por la nariz, heces, orina, etc y signos oculares, cojeras o síntomas respiratorios.

En gatos el síntoma principal es la fiebre, en ocasiones asociada a hiperproteinemia y trombocitopenia.

 

  • Anaplasmosis

El agente causal es Anaplasma phagocytophilum o Anaplasma platys. El principal vector del primero es Ixodes ricinus, cuyos hospedadores son el perro, el gato y el hombre, causando en este último anaplasmosis humana; El vector del segundo es Rhipicephalus sanguineus, y en este caso no es contagioso al hombre, sólo en perros y gatos.

Síntomas: Fiebre, letargo, anorexia y esplenomegalia. En analítica podemos encontrar anemia, trombocitopenia y linfopenia. En ocasiones puede cursar con signos neurológicos y ortopédicos.

 

  • Babesiosis

El agente causal en España es el protozoo Babesia canis. El principal vector es Dermacentor reticulatus. El hospedador es el perro y puede transmitirse a personas. Es menos habitual en gatos.

Las babesias infectan los eritrocitos y producen anemia hemolítica y cuadros autoinmunes. El cuadro puede ser subclínico o, por el contrario, hiperagudo, agudo (el más frecuente) o crónico. Los síntomas varían según la forma de presentación, pero los más comunes son: Anemia hemolítica, anorexia, pérdida de apetito, fiebre, aumento de los ganglios linfáticos y esplenomegalia.

 

  • Hepatozoonosis

El agente causal más frecuente es Hepatozoon canis y Hepatozoon americanum, cuyo vector principal es Rhipicephalus sanguineus tras la ingesta de la garrapata, y no por la picadura, como ocurre en el resto de enfermedades. Los perros y gatos actúan como hospedadores y no se transmite a personas.

Los síntomas son principalmente musculares (dolores generalizados, rigidez, debilidad, parálisis…), debido a la migración de los esporozoitos al músculo esquelético. También podemos encontrar fiebre, pérdida de peso, apatía, inapetencia…

En gatos la infección es subclínica, y los signos podrían aparecer en gatos estresados, inmunocomprometidos o en aquellos con coinfecciones. En ocasiones aparece miositis, anemia y un aumento de la creatinina.

 

  • Borreliosis (Enfermedad de Lyme)

El agente causal son bacterias de la especie Borrelia burgdorferi, cuyo vector es Ixodes ricinus. Los hospedadores son el perro, el gato y el hombre. En este último causa la Enfermedad de Lyme. Es una enfermedad de gran relevancia desde el punto de vista de la salud pública, ya que es una zoonosis de gran importancia.

Los síntomas son muy amplios. El más común es la cojera recurrente e intermitente debido a la inflamación de las articulaciones. Puede ir de una pata a otra o ser varias patas a la vez. Otros síntomas son: Artritis, deformación de las articulaciones, fiebre, falta de apetito, depresión, rigidez y problemas renales.

 

  • Ricketsiosis canina

Está producida por bacterias del género Rickettsia, cuyo vector principal es Rhipicephalus sanguineus. Los hospedadores principales son el perro y el hombre, en el cual causa la conocida fiebre botonosa del Mediterráneo. También tiene relevancia desde el punto de vista de salud pública debido a su capacidad zoonótica. Las rickettsias parasitan las células del organismo infectado.

El síntoma principal es la fiebre persistente, también anorexia, tos, conjuntivitis, problemas respiratorios…

 

  • Filariosis

La especie más patógena es Dirofilaria immitis y es transmitida por mosquitos del género Culex (Pulsa aquí para saber más sobre la Filaria). Afecta principalmente al perro y en menor medida al gato, por eso es por la que más nos preocupamos los veterinarios y la más conocida, pero existen otras 2A53557E543452CCFB553252CCFAD5-e1521809952729especies transmitidas por garrapatas: Dipetalonema dracunculoides, D. reconditum y D. grassi, siendo la primera la más frecuente en España.

D. dracunculoides es transmitida por la R. sanguineus. Su hospedador principal es el perro, pero también puede contagiarse a gatos y humanos, aunque se han descrito pocos casos.

Los síntomas son similares a los producidos por Dirofilaria immitis.

 

 

PULGAS

Después de los mosquitos y las garrapatas, también son transmisoras de enfermedades y, aunque suelen ser menos graves, también son muy frecuentes. Se encuentran activas todo el año, aunque en épocas calurosas con más frecuencia. No olvidemos que los animales callejeros y silvestres  (gatos, aves, conejos, etc) suelen tener pulgas y, aunque estemos en épocas frías, estos parásitos se mantienen activos gracias a estos animales. Además, tenemos el problema añadido de que pueden convertirse en una plaga en casa, la cual puede ser difícil de eliminar. Si necesitas ayuda para saber cómo eliminar las pulgas de tu casa, visita nuestra entrada del blog dedicada a ello.

 

¿Qué enfermedades transmiten?

  • Dipylidium: Es muy habitual. Se trata un parásito intestinal, segmentado, que puede medir entre 20-75 cm. La infestación se produce cuando el animal ingiere una pulga, al lamerse o acicalarse. Podemos detectarlo fácilmente porque el animal libera este parásito intestinal a través de las heces. Lo encontraremos como pequeños gránulos, parecidos a las semillas de sésamo, en las heces del animal, en el ano o incluso en los sitios donde duerma el animal.

D. caninum ex dog. Given by Peter Schantz

  • Dermatitis alérgica por picadura de pulga (DAPP): Es una hipersensibilidad frente a los antígenos contenidos en la saliva de las pulgas. Aparece una dermatitis pruriginosa (con mucho picor), con formación de costras y escamas, sobretodo en la zona posterior del animal. En casos severos podemos ver alopecia en axilas, ingles, cuello y orejas, además de seborrea y pioderma.
  • Bartonelosis: Es una enfermedad zoonótica. A veces pasa desapercibida por los dueños, ya que los perros y gatos apenas muestras síntomas. Cuando aparecen son fiebre, uveítis, endocarditis y, en algunos casos, miocarditis.
  • Hemoplasmosis: Los signos más frecuentes son anemia, letargia, anorexia, pérdida de peso, depresión y fiebre. Es más común en gatos inmunodeprimidos.