Si estás en un dispositivo móvil, te recomendamos activar la vista ordenador para una lectura óptima.
CONSEJOS BÁSICOS
La jaula, cuanto más grande sea, mejor. Como mínimo la jaula debe medir 60×40 cm de superficie y es recomendable poner un refugio de plástico, madera no barnizada o cartón donde puedan esconderse. Aun así, es recomendable sacarlas de la jaula todos los días para que no se aburran y hagan ejercicio. Cuando los saquemos hay que tener especial cuidado con las plantas, ya que algunas son venenosas o irritantes. Hay que tener en cuenta que si tenemos más de una cobaya, habrá que agrandar el espacio en relación a las cobayas que tengamos.
Los sustratos juegan un papel fundamental a la hora de evitar diversas patologías como rinitis, pododermatitis, impactaciones digestivas, hongos, etc. El más recomendable es el de papel prensado, que es muy absorbente y no suelta polvo. Los de origen mineral (p.ej. arena de gato) están totalmente contraindicados.
Son animales sensibles al calor, por lo que hay que tener cuidado con las temperaturas por encima de 25˚C para evitar golpes de calor. Para ayudarlas a refrescarse en verano se les puede pasar un paño húmedo y fresco por el dorso o colocar una botella de agua congelada envuelta en un paño en la jaula.
A la hora de cogerlos o manipularlos debemos hacerlo con cuidado y delicadeza. En la naturaleza tienen muchos predadores, lo que las hace estar siempre alerta. Pueden sentirse amenazadas si las cogemos bruscamente, hacemos mucho ruido o nos acercamos muy rápido.
Es aconsejable proporcionarles juguetes para que se distraigan, y han de ser de cartón, madera sin barnizar u otro material vegetal que puedan roer.
Debemos vigilar el estado de sus patas y uñas. Las cobayas tienen tendencia a desarrollar dermatitis en la planta de las patitas. Esto se puede evitar poniendo un sustrato correcto y con una dieta adecuada y ejercicio. También es frecuente el sobrecrecimiento de las uñas, las cuales se retuercen y les producen molestias.
ALIMENTACIÓN
Son animales totalmente herbívoros, por lo que necesitan comer mucha fibra, ya que si no comen la suficiente su sistema digestivo no funcionará correctamente. Además, sus muelas y dientes crecen continuamente durante toda su vida, por lo que la escasez de fibra en su dieta también les puede provocar problemas de sobrecrecimiento dental.
Heno (80%): Fuente principal de fibra. A partir de la fermentación de éste extraen proteína gracias a unas bacterias que presentan en el ciego. Deben de tener SIEMPRE y en abundante cantidad. Aunque os parezca que se lo come muy rápido, no dejéis la jaula sin heno, que coma todo lo que quiera. Como hemos visto antes, esto ayudará a que nuestra cobaya no tenga problemas dentales ni digestivos. El heno más recomendable es el de gramíneas, aunque luego cada cobaya tiene sus preferencias. El heno podemos ponerlo en el fondo de la jaula o en heneras. De esta última forma evitaremos que el heno se manche de orina y heces. También se les puede ofrecer hierba fresca lavada u otras plantas silvestres frescas henificadas, diente de león o tréboles.
Verdura rica en vitamina C: Las cobayas no sintetizan la vitamina C, por lo que debemos aportársela en la dieta. Podríamos decir que una buena cantidad de vitamina C sería 10-20mg/kg al día. En hembras gestantes o lactantes sube a 30-40mg/kg al día.
FUENTES DE VITAMINA C (se muestra la cantidad de vitamina C que contiene cada alimento por cada 100g):
Pimiento rojo, verde y amarillo: 190mg/100g
Brócoli: 93mg/100g
Espinacas 28mg/100g
Zanahoria: 6mg/100g
Tomate: 23mg/100g
Melón: 37mg/100g
Manzana: 5mg/100g
Fresa: 60mg/100g
Berros: 43mg/100g
Coliflor: 46mg/100g
Col, repollo y coles de bruselas: 85-120mg/100g
Perejil: 133mg/100g
Verduras (12%): Son una fuente importante de vitaminas y minerales.
- Verduras de hoja: Son menos saciantes y contienen más fibra, por ello son las más recomendables. Al no saciar tanto, seguirán comiendo heno. Cuanto más oscura sea la hoja, más riqueza nutricional tienen (vitaminas y minerales).
- Verdura carnosa: Son más saciantes porque contienen más agua y menos fibra.
Podemos darles varias hojas al día, pero siempre lavadas antes. Una buena forma de estimar esta cantidad es darle una ración al día del tamaño de su cabeza.
-Verduras que pueden tomar a diario: Endivia, escarola, canónigos, achicoria, hojas de rábano y de zanahoria, rúcula, trébol.
–Verduras que pueden tomar 2 veces/semana: Acelga, laurel, menta, romero, ortiga, orégano, albahaca, apio, diente de león, judías.
Fruta y premios (4%): Contienen mucho azúcar, la cual puede dar lugar a fermentaciones anómalas si damos una cantidad excesiva, dando lugar a timpanismos (acumulación de gas en abdomen) y obesidad. Podemos darles pequeños trocitos de forma ocasional. La manzana y la pera son las frutas con menos azúcar.
Piensos comerciales (4%): Conviene restringir su aporte para asegurar el consumo de heno y evitar la obesidad. Como mucho, dos cucharadas soperas al día. Además, recomendamos que sean los piensos que se conocen como «pellets» y con alto contenido en fibra (mayor del 20%) y una cantidad de proteína menor del 16%. Debemos evitar las mezclas de semillas.
El pan, las galletas y otros cereales les gustan mucho, pero no son nada aconsejables, ya que les producen bastantes alteraciones digestivas.
Alimentos prohibidos: Ajo, cebolla, cebollinos, puerro, boniato, patatas, habas, nabos, lechuga iceberg, guisantes, berenjena, calabaza, maíz y setas.
Las cobayas ingieren algunas de sus heces. Es un comportamiento normal y una forma de obtener ciertos nutrientes. Si ingiere todas las haces compulsivamente puede ser signo de miedo o enfermedad.
La pérdida de apetito en una cobaya siempre es un síntoma grave.
CUIDADOS VETERINARIOS
Los primero que debéis hacer al adquirir una cobaya es llevarla al veterinario para que le hagan un examen fecal y posteriormente una vez al año.
No necesitan vacunas. En cuanto a desparasitaciones, podemos revisarlas cada 6 meses y aplicar algún tratamiento antiparasitario externo si fuera necesario.
Las cobayas alcanzan la madurez sexual muy precozmente, a partir de los 2-4 meses de edad. Las hembras tienen celos a lo largo de todo el año, cada 16-18 días. La gestación dura entre 56 y 74 días, y puede quedarse gestante nuevamente inmediatamente después del parto. Suelen parir de 1 a 3 crías bien desarrolladas a las que amamantarán hasta la 3ª semana de edad. A partir de las 11-12 meses de vida, la pelvis de las hembras que no hayan parido puede quedar completamente rígida impidiendo el parto normal. Por esta razón nunca se debe cruzar a una hembra mayor de 8 meses que no haya parido antes. Es recomendable castrarlas antes del año de edad. En cobayas no esterilizadas mayores de 2 años conviene realizar un control ecográfico al menos una vez al año para detectar posibles problemas en ovarios y/o útero. Tienen una esperanza de vida de 6-8 años.
Las cobayas tienden a disimular su enfermedad, por lo que, ante la más mínima duda, contacte con el veterinario. ¿Qué signos deberían preocuparos?:
-Que esté triste, apática, tiembla mucho, está muy quieta o duerme más de lo normal.
-Come menos o no come.
-No defeca o las heces son más pequeñas y/o escasas de lo normal o tiene diarrea.
-Incisivos sobrecrecidos o desgaste desigual.
-Bebe mucha agua u orina mucho.
-Se rasca mucho, tiene heridas o alopecias.
-Mocos, estornudos, ojos hinchados o cerrados, hace ruidos al respirar o está afónica.