Mirad este mapa… ¿Vais a viajar a alguna de las zonas de riesgo? Entonces sigue leyendo.
La filaria o gusano del corazón es una grave enfermedad cardiopulmonar producida por Dirofilaria immitis, un parásito que afecta principalmente a perros y en menor medida a gatos. En un porcentaje muy pequeño puede afectar también a personas produciendo granulomas parasitarios en los pulmones. La Dirofilariosis felina se manifiesta cuando la prevalencia de la Dirofilariosis canina es muy elevada (en gatos la prevalencia es 10 veces menor que en los perros).
Dirofilaria repens causa la dirofilariosis subcutánea en el perro, produciendo un cuadro subclínico, aunque en ocasiones puede provocar nódulos subcutáneos y dermatitis por la localización de parásitos adultos. Su importancia radica en que esta sí es potencialmente zoonótica, produciendo en personas nódulos subcutáneos y presentándose en la conjuntiva ocular.
Se transmite por picadura de mosquito del género Culex principalmente, pero también por mosquitos de los géneros Aedes y Anopheles.
Consiste en la presencia de gusanos (pueden llegar a medir hasta 30 cm) que se alojan en el corazón y los pulmones del perro, pudiendo llegar a ser mortal.
El mosquito deposita las larvas del parásito o microfilarias en el animal. De ahí, las larvas se difunden por el torrente sanguíneo, llegan a las arterias pulmonares, afectan a los pulmones y llegan al corazón. Allí se desarrollan hasta convertirse en parásitos adultos, pudiendo llegar a medir 30 cm de largo. Cuando el mosquito pica a un animal infectado, ingiere su sangre llevándose consigo las microfilarias y pudiendo infectar a más animales sanos. Los gusanos también pueden dañar el hígado y el riñón.
Los síntomas mas habituales son:
En el caso de Dirofilaria repens pueden aparecer nódulos blandos, fríos, indoloros y móviles. En casos de infección grave o muerte de los parásitos, se puede producir una dermatitis pruriginosa.
La época de mayor riesgo es entre abril y noviembre. Durante los meses de mayor actividad del mosquito, y si visitáis zonas de riesgo, os recomendamos que les protejáis dándole una pastilla antiparasitaria que actúa contra este gusano. Lo ideal es dársela 30 días después de llegar a la zona de riesgo, pero a veces es necesario darle más tomas posteriores, dependiendo de cuánto tiempo os vayáis de vacaciones. Podéis preguntarnos sin compromiso y os diremos cuál sería el tratamiento correcto para cada caso.
Además, disponemos de un tratamiento inyectable que se puede administrar desde las 12 semanas de edad y dura UN AÑO!! De esta manera vuestro perro estará protegido sin necesidad de darle pastillas cada vez que viaje. Es muy cómodo para los que viajáis mucho a zonas de riesgo y, además, sale mucho más económico que el comprimido.
En invierno es la época ideal para tomar medidas de control, por eso solemos hacer campaña de control de enfermedades vectoriales entre noviembre y febrero. Todos los años hacemos campaña de detección de estas enfermedades con grandes descuentos, por si quisieráis asegurar la salud de vuestra mascota.
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