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La artrosis u osteoartritis es una enfermedad articular degenerativa cada vez más común en perros y gatos, afectando negativame a la calidad de vida de las mascotas.
El dolor crónico afecta de manera negativa en muchas áreas de salud del animal: Movilidad, función cognitiva, relaciones sociales (tanto con humanos como con otros animales), sueño, estado afectivo…
Normalmente los animales tienden a ocultar signos de dolor o pueden resultar poco evidentes o relevantes para el propietario, ya que frecuentemente, al ser cambios progresivos, el dueño suele asociarlos al envejecimiento. Es cuando empiezan a tener síntomas obvios que el tutor acude al veterinario, pero la enfermedad ya suele estar en una fase avanzada.
Además, los animales no pueden expresar el nivel de dolor que tienen, por lo que hacer la evaluación y valoración depende del veterinario y del propietario.
En gatos es incluso menos evidente que en perros. Tanto es así que un 40% de ellos la sufren pero sólo se diagnostican un 13%.
Las posibles manifestaciones de dolor que puede observar el propietario son:
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- Manifestaciones posturales: Columna arqueada, le cuesta encontrar una postura cómoda, menor apoyo con alguna de las patas…
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- Manifestaciones locomotoras: Cojeras, dificultad o incapacidad de movimiento, pérdida de masa corporal…
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- Manifestaciones sociales: Agresividad con otras personas o animales, dolor a las caricias…
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- Otras manifestaciones: Alteraciones del sueño, ladridos, aullidos…
El diagnóstico se realiza mediante las observaciones del propietario, una exploración física exhaustiva del veterinario y radiografías.
El tratamiento también dependerá del grado de degeneración en el que se encuentre la enfermedad:
¿Cuáles son los factores predisponentes? Perros de tamaño grande o gigante y algunas razas en concreto, como pastor alemán, labrador, golden, rotweiller, mastín, bóxer…; perros o gatos que genéticamente tengan predisposición por los padres y animales en edad avanzada, independientemente de su especie, tamaño o raza.
Como propietario, ¿qué puedes hacer?:
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- Mejora del entorno (manejo ambiental): Cama cómoda y acolchada, suelos antideslizantes, temperatura ambiental adecuada (que no haga frío ni humedad), evitar escaleras y usar rampas, comedero y bebedero elevados del suelo (a la altura del animal), uso de ayudas para la movilidad si es necesario.
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- Ejercicio: La actividad física es fundamental, pero nunca debe agravar la situación, por lo que las recomendaciones son que los paseos sean frecuentes (3-4 al día) y suaves, evitando largos periodos de inactividad; No incrementar el ejercicio de forma brusca (aumentar como mucho un 10% de la actividad respecto a la semana anterior); Cumplir la misma pauta de lunes a domingo, sin fines de semana de descanso; Realizarlo en superficies cómodas y regulares; Y evitar movimientos bruscos.
Manejo veterinario:
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- Antiinflamatorios
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- Analgésicos
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- Suplementos para proteger las articulaciones
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- Anticuerpos monoclonales (terapia muy novedosa con resultados extraordinarios)
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- Cirugía si es necesario
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- Fisioterapia y rehabilitación. En este caso, el profesional valorará qué ejercicios puede realizar el animal sin forzar para no empeorar la situación e irá realizando controles para adaptar el ejercicio al progreso del paciente.
Por si te pica la curiosidad, así es como se ve radiológicamente una articulación con osteoartritis
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