Síndrome braquicefálico en perros

Si estás en un dispositivo móvil, te recomendamos activar la vista ordenador para una lectura óptima.
¿Habéis oído hablar alguna vez del síndrome braquicefálico en perros?
A lo mejor esto no lo habéis oído nunca, pero lo que sí habéis oído seguro es algún perro que parece que ronca continuamente mientras respira. Y seguro que también coincide que todos han sido perros con el hocico chatito, ¿a que sí?
Os enseñamos por qué les ocurre eso y qué es lo que produce ese ruido.
 
La gran diferencia entre los perros de hocico corto (“chatos”) y los perros de hocico largo (“normal”) radica en la forma del cráneo.
El síndrome braquicefálico hace referencia a una serie de anomalías anatómicas.
Lo que sucede es que, aunque los huesos de la cara se acorten y se estrechen, los órganos no lo hacen de la misma manera. El paladar blando, que separa la parte posterior de la cavidad nasal y la boca, está en desproporción con el hueso, siendo mucho más largo y extendiéndose hacia la parte posterior de la garganta, bloqueando las vías respiratorias y obstaculizando la entrada de aire.
Este síndrome reúne varias anomalías:
  • Estrechamiento de los orificios nasales.
  • Paladar blando largo.
  • Eversión de los sáculos laríngeos.
  • Colapso laríngeo.
  • Hipoplasia traqueal.
La combinación más frecuente es la de estenosis de narinas y paladar blando elongado.
 

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME BRAQUICEFÁLICO:

Sonidos respiratorios (“ronquidos”) continuos con dificultad para respirar, especialmente después del ejercicio, en situaciones de estrés y en ambientes húmedos.
La respiración dificultosa del perro braquicefálico implica que llegue menos aire a los pulmones, y por lo tanto, menos oxígeno a su sangre, lo que puede producir, en los casos más severos, síncopes (pérdida de conocimiento) después del ejercicio intenso.
Los perros eliminan la mayor parte del exceso de calor a través de los pulmones. Pero, en este caso, la capacidad pulmonar está reducida y su mecanismo para perder temperatura no es tan eficaz como en el caso de otras razas, por ello son altamente susceptibles a la hipertermia y al golpe de calor, inclusive a temperaturas bajo sombra. La obesidad agrava el problema.
 

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME BRAQUICEFÁLICO:

La cirugía correctora del síndrome braquicefálico mejora en gran medida la calidad de vida de estos animales. Si se realiza en el momento adecuado (lo ideal es hacerla antes de los 2 años de edad) es definitiva y alarga el tiempo de vida de los perros operados.
La cirugía consiste en corregir la elongación del paladar blando y el estrechamiento de los cornetes nasales. Con las nuevas técnicas quirúrgicas no sangra, no se inflama, no lleva puntos, la intervención completa dura entre 15-20 minutos y la recuperación es en pocas horas sin necesidad de hospitalización, con lo que se convierte en un procedimiento muy beneficioso para estos perros y con poco riesgo para su vida.
 
En los vídeos que os enseñamos podéis ver un paladar normal y otro con este síndrome: se ve como el paladar blando se mete en la laringe (por detrás de la glotis), produciendo una obstrucción del paso del aire hacia los pulmones, provocando esa dificultad para respirar y los ronquidos. Pero primero os dejamos una imagen explicativa para que entendáis bien los vídeos.
 

 

Consejos para perros braquicéfalos:

  • Usar arnés en lugar del collar.
  • Evitar el calor excesivo, las situaciones de estrés y los ambientes húmedos.
  • Mantener los orificios nasales del perro limpios de mucosidades.
  • Limitar el ejercicio físico del perro cuando hace calor.
  • Llevar agua para los paseos. Estos perros son más susceptible al golpe de calor.
  • Vigilar el peso.
  • Acudir pronto al veterinario ante cualquier síntoma, respiración ruidosa o ronquidos excesivos.

 

⚠️ ¡OJO! Aunque es menos frecuente, esta patología también se da en gatos y siguen la misma regla, cuanto más chato el hocico, ¡peor!