Seguro que habéis escuchado muchas veces a los veterinarios decir que una perrita sin castrar tiene más riesgo de piómetra, pero… ¿Qué es exactamente y por qué hay que evitarlo?
A veces las cosas se entienden mejor con imágenes, por eso os dejamos estos 2 casos por aquí, para que comparéis vosotros mismos:
A la izquierda tenemos a Lola, 14kg. Podéis ver el tamaño de su útero, el cual pesa medio kilo, en comparación con su cuerpo. Enorme, ¿verdad?
Todo el contenido de ese útero es pus. ¡Y los hemos visto más grandes! Imaginaos el dolor que le causa eso a la perrita
Además, suelen ser perritas más mayores, lo cual implica una anestesia más delicada y una cirugía con más posibles complicaciones.
Mención aparte el tema económico, ya que suelen ser cirugías de urgencia y, al ser más complicadas, el precio se incrementa bastante.
A la derecha tenemos a Pepa, 25kg. Su útero ocupa una mínima parte de su cuerpo y… ¡Sólo pesa 24 gramos!
Las perras enteras tienen un 25% de posibilidades de sufrir piómetra. ¿Veis la diferencia?