Coprofagia en perros

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La coprofagia es un comportamiento común en perros. Se trata de la ingestión de heces propias, de otros perros, de otros animales o de humanos. No se suele dar en gatos.

Es un comportamiento natural y común, aunque no por ello debemos considerarlo “normal” e ignorarlo. Debemos buscar la causa y ponerle solución, ya que puede poner en riesgo la salud de nuestro perro. Como consecuencia pueden existir infestaciones recurrentes de parásitos intestinales y gastroenteritis.

No hay estudios claros del porqué de este comportamiento ni tampoco es fácil de solucionar, pero a continuación os ponemos las posibles causas y algunos consejos para solucionar el problema, aunque os avisamos que, ante todo, necesitaréis paciencia.

Es importante que detectéis, de entre todas las causas, cuál o cuáles pueden ser las que afectan a vuestro perro y poner remedios en función de su origen.

 

CAUSAS POSIBLES:

  • Las madres ingieren las heces de sus cachorros durante las primeras semanas de vida de estos para mantener el entorno limpio. Los cachorros copian ese comportamiento hasta que alcanzan la edad adulta (9-12 meses).
  • Perros ansiosos con la comida (rebuscan en la basura, piden comida de la mesa…)
  • Comportamiento exploratorio.
  • Heces muy palatables: Gatos, animales herbívoros, animales sobrealimentados…
  • Aislamiento/aburrimiento: Se da en perros que pasan mucho tiempo solos, que no tienen atención suficiente por parte de sus dueños, perros encerrados en sitios pequeños, perros a los que le falta actividad, falta de juguetes y estimulación ambiental…
  • Estrés: Por cambios repentinos en su rutina o ambiente (mudanza, bebés, soledad…).
  • Ansiedad: En la fase de educación, tendemos a regañar a los cachorros cuando defecan donde no corresponde. Esto desencadena que, cuando no pueden aguantar y lo hacen donde no deben, se coman sus propias heces para evitar el castigo.
  • Búsqueda de atención: Algunos hacen esto para buscar respuesta en sus dueños… Y lo consiguen.
  • Dietas hipocalóricas.
  • Problemas digestivos/causas nutricionales: Cuando existe algún problema de salud que impide absorber todos los nutrientes (malabsorción intestinal) o el pienso es de mala calidad, el perro busca suplir esa falta ingiriendo excrementos (p. ej.: Falta de vitaminas o minerales).
  • Problemas de salud: Insuficiencia pancreática exocrina (el más común), parásitos, diabetes, cushing, problemas de tiroides…
  • Medicamentos: Los glucocorticoides aumentan la ingestión de alimentos.

 

CONSEJOS PARA ACABAR CON LA COPROFAGIA:

  • Lo primero es descartar un problema médico o nutricional. Para ello habla con tu veterinario.
  • Mantén la zona donde esté el perro limpia (habitación, jardín…)
  • Controla los paseos e intenta evitar zonas donde haya muchos excrementos.
  • Usar bozal en los paseos hasta que corrijamos este comportamiento.
  • Enseñarle a acudir a tu llamada y la orden de “soltar” o “dejar” cuando tenga algo en la boca. También es conveniente que aprendan a no coger nada del suelo. Para ello puedes contactar con un etólogo o adiestrador.
  • Si es un problema causado por el propietario (castigo, búsqueda de atención), debemos eliminar estos refuerzos: No castigar cuando defeque fuera de lugar –> Redirigir comportamiento y premiar cuando lo haga correctamente; Si lo hace para llamar nuestra atención (aunque sea riñéndoles), debemos dejar de hacerlo. (En este enlace podréis leer más sobre este tema Cómo enseñar a mi cachorro a hacer sus necesidades en la calle)
  • Ofrecer estímulos que lo puedan distraer en el momento que veas que va a ingerir un excremento. El propietario tiene que ser capaz de anticiparse a las acciones del perro, para distraerle en el momento oportuno.
  • Enriquecimiento ambiental: Físico, social y mental.
  • Añadir sustancias a su dieta que empeoren el sabor de las heces: Piña, calabacín, fibra o aceite vegetal. En las heces se puede echar pimienta o sustancias picantes para que el animal relacione comerse los excrementos con algo desagradable.
  • Distribuir la comida en 3 raciones al día, dar un pienso de calidad, aumentar la fibra en la dieta.
  • Refuerzo positivo si ignora las heces.

 

¿Y si no se las come pero… Se reboza?

Sabemos que los perros tienen el sentido del olfato hipersensible y es uno de los sentidos más desarrollados. Ellos se comunican a través del olfato, así que para ellos es importante “mandar mensajes” a través de su olor corporal.

Los perros aun conservan instinto cazador (aunque no lo necesiten para alimentarse), lo cual les lleva a querer camuflar su olor para que las presas no los detecten.

Y aquí es donde entramos los propietarios, los cuales tenemos parte de culpa en este comportamiento. Cuando los bañamos o echamos perfumes los cubrimos de aromas agradables para nosotros, pero para ellos es todo lo contrario y, además, molesto. Por lo cual buscan excrementos, animales muertos, aguas estancadas, etc. para eliminar de su cuerpo ese olor tan molesto y por las razones expuestas arriba.

La solución podría ser bañarles con jabones sin aromas (o que huelan poco) y prescindir de perfumes.