Un tema muy habitual que preocupa mucho en embarazadas es la Toxoplasmosis. Os contamos lo más resumidamente y sencillo posible por qué no debéis tenerle tanto miedo.
La toxoplasmosis está producida por un parásito. Como sabéis, la detección de anticuerpos frente a este parásito es una de las pruebas rutinarias realizadas en las mujeres embarazadas.
Si la mujer presenta estos anticuerpos se dice que es seropositiva; si no los presenta, es seronegativa.
Si es seropositiva quiere decir que esta mujer ya ha estado infectada previamente a la gestación (es más común de lo que pensamos: Se presenta en un 30-40% de la población mundial sin mostrar apenas síntomas o muy leves) y, por tanto, nunca se producirá el contagio al feto ya que su inmunidad protege a la madre de nuevas reinfecciones.
Es decir, si estás embarazada y eres seropositiva, RELÁJATE!! Tu bebé está completamente protegido y tu gato puede seguir formando parte de la familia con toda la tranquilidad del mundo.
En el caso de que la mujer sea seronegativa (no ha sido expuesta previamente), la toxoplasmosis podría producir abortos, muertes neonatales, malformaciones y secuelas neurológicas graves. La alarma de los ginecólogos ante los gatos se debe a que es el único animal que puede eliminar en sus heces las formas infectivas del parásito, peeeeeeero, atentos!!
1. La toxoplasmosis en gatos es una enfermedad poco frecuente, pero vamos a ponernos en la situación de que tu gato esté infectado.
2. Las heces recién eliminadas no suponen un riesgo de contagio, ya que los ooquistes empiezan a esporular (esto es cuando pueden infectar) a las 24 horas y hasta los 5 días tras la deposición. Por lo tanto, sería suficiente con limpiar la arena todos los días. De esta manera, este riesgo quedaría anulado.
3. Por otro lado, durante la primoinfección (primera infección que sufre el organismo), el gato libera estos ooquistes durante 1-3 semanas y, tras ello, deja de eliminarlos en las heces y deja de suponer un riesgo para las personas. Así que, en el caso de que no seáis de los que limpiáis la arena todos los días, sólo tendríais que hacer el esfuerzo durante 3 semanas para que este riesgo también quedase anulado.
4. La infección NO se produce tocando o acariciando al gato. Los veterinarios, que están en contacto continuo con ellos, no presentan una mayor prevalencia que personas con otras profesiones.
Es decir, si estás embarazada y eres seronegativa, RELÁJATE!! Tu bebé está completamente protegido y tu gato puede seguir formando parte de la familia con total tranquilidad.
Las formas más frecuentes (mucho más frecuentes que por tener un gato!!) con las que se puede infectar una persona son comiendo o manipulando carne poco cocinada o cruda, comiendo verduras mal lavadas, bebiendo agua contaminada o ingiriendo directamente restos de heces de gatos infectados.
EN RESUMEN: Para que la presencia de tu gato afecte negativamente al bebé:
1º tu gato debería estar infectado (lo que repetimos, es poco frecuente); 2º tendrías que dejar los excrementos en la arena durante más de 1 día y durante las 3 semanas que, CASUALMENTE, tu gato se haya recientemente infectado y coincida con tu embarazo; y 3º ingerir las heces de tu gato.
Así que con unas medidas de higiene MÍNIMAS, la mujer embarazada no corre peligro ninguno!!
Por tanto, consideramos completamente injustificado el abandono de un gato por un embarazo.
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